El 21 de abril pasado, en un hecho que tiene connotaciones de histórico, pudo realizarse un comicio que involucró en la participación a 24 mesas electorales, distribuidas en distintos distritos a nivel nacional, donde los compañeros trabajadores conductores empadronados en un número mayor a los dos mil tuvieron la oportunidad de emitir su voto y elegir Autoridades Nacionales, Comisión Revisora de Cuentas y Delegados Congresales Nacionales de acuerdo al marco de la Ley 23.551 que regula a las asociaciones sindicales.
El mismo contó con la participación del 61 por ciento de los compañeros empadronados en lo que hace puntualmente a la emisión del voto. Por su característica y la voluntad democrática demostrada en un día en el cual no hubo más que alegría y orgánica absoluta en cuanto al cronograma emitido por la Junta Electoral
Ello, toma una relevancia muy especial en cuanto a la recuperación institucional de la herramienta fundamental de los trabajadores que es la organización sindical en momentos en que la Argentina está claramente conducida políticamente por un proyecto de inclusión de todos los sectores nacionales y populares entre los cuales el movimiento obrero y visto desde la concepción ideológica del peronismo sigue siendo la columna vertebral del movimiento nacional.
Esta herramienta de los trabajadores nos permitirá en el corto, mediano y largo plazo ir normalizando la situación de precariedad laboral en que se encuentra la actividad de autos al instantes y remises que desarrolla un transporte ocasional de pasajeros, alcanzar con los derechos constitucionales de la seguridad social a través de la obra social y los aportes previsionales a una masa laboral que supera varios cientos de miles de trabajadores y sus familias.
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